AGITADORAS

 

PORTADA

 

AGITANDO

 

CONTACTO

 

NOSOTROS

       

ISSN 1989-4163

NUMERO 115 - SEPTIEMBRE 2020

 

Los Rollos de Bar Muerto

Edgard Cardoza

1:  Noé deambula crudo y encuerado por la casa. Y al señor no se le puede decir nada porque amenaza con cogerse a tu mujer y luego revestirte con la maldita piel de Michael Jackson.

 

2: La pandemia de orgullo sumo, de nuevo ha despeñado la torre de Babel. No hay lenguaje posible que nos salve del delirio de los vociferantes del perverso Baal, que ambulan por el mundo poniendo diques a ‘la imaginación’, única voz confiable que habíase salvado del derrumbe.

 

3:  En esta margen secreta del mar Rojo el profeta Moisés se ha entablado ante la expectativa de cruzar junto a su tribu el imponente lecho húmedo de sal. En Uber o en tren Maya, es la cuestión.

 

4:  Viene bajando Elías en un carro de fuego marca Acme.

 

5: Sueña Jacob con escalinatas celestiales que lo conduzcan al avión presidencial.

 

6:  Yo soy José, de la tribu de Israel. Después de muchas vueltas y revueltas logré ser asesor de un faraón, y me desenvolvía en esa corte en el rudo trabajo de soñar y enamorar muchachas casaderas, como la descendiente tan amada del de nombre coqueto, Putifar.

 

 7:  Y Juan Bautista contestó:  Seré como aquella voz que declama en el You Tube.

 

8:  Yo soy José, el hombre probo y casto, que alimentó a Jesús con lo que pudo, que en el día de reyes que no había le regalé una vez un serruchito, que le aparté sus clavos y sus cuñas para que fuera siendo en el oficio. Sí, yo, José, que a punto estuve de abrir mi mueblería en Nazaret,

 

9:   En verdad os digo: es más fácil que Rigo Tovar mire por el ojo de una oruga, a que en tiempos de pandemia, un crudo llegue al reino del ron y de los hielos.

 

10: Cómo en las Bodas de Canaán, he puesto frente a mi casa, seis tinajas repletas de agua de la llave, esperando que un milagro me las convierta en vino. Debido a  la pandemia también he precisado colocar el siguiente letrero: “Favor de no escupir”.

 

11:  Soy Gestas, el llamado mal ladrón. Se supone que el mote resultó después de haber insultado a Jesucristo, cuando compartí con él (y Dimas) aquel triángulo crucifixial tan conocido.

Hoy debí haberme despertado con el Dios de cabeza. Primero, me llevé al jale una pistola sin tiros, luego mi compañero de felonía no logró subirse a la pesera que íbamos a asaltar, y en consecuencia de lo anterior, me apañaron los pasajeros de aquella corte chusca y putrefacta.
   
Mi estimado san Pedro, después de la putiza que me acaban de acomodar y me trajo (seguramente por equivocación) a las puertas de tu cielo, no tendrían por qué llamarme “el mal ladrón”, porque me arrepentí, señor, me arrepentí. Tu mismísimo patrón, el de los caireles relucientes, ese al que tú has negado tantas veces, dijo que “de los arrepentidos es el reino de los Dios”. Por tal motivo, reclamo aparecer, igual que Dimas, en tu guía santoral de los idiotas.

 

12:   Jonás somos los hombres ensayando a cumplir cosas de dioses.
Suponemos al mar (médula viva) como continuación del gran acuerdo entre una mente tácita / profética que necesariamente nos observa y el soplo existencial de algún milagro.
¿Qué tal y el Dios al que tememos no es un dios, y la bestia ejemplar de nuestra historia es un pez dulce sin gula ni ademanes de epopeya, y el heroico Jonás es sólo un pescador de aguas tranquilas cuya fe se reduce al flujo y la resaca?

 

13: Al volver la vista al mundo pecaminoso, imperfecto, la señora Lot (ya convertida en estatua de sal) hace coincidir por vez primera, en lo humano posible, el tiempo y el espacio. De testamento a testamento, fuego y sal / martirio y cruz, se corresponden.

 

14: Lávense en mí la frente los sin nombre y beban del cuenco de mis manos el bautismal chubasco que así empieza: Pilatos, ¡resucítalo!

 

15:  EPÍSTOLA DE SAN JASMEO A LOS PAN  DE  MIADOS

Flemáticos hermanos de todos los rincones del crepúsculo, ninfas que en los ríos feisbuqueros y youtuberos aguardan la llegada del dios sentimental, trinchetes de los mares, becarios del dios Baco, corpúsculos del aire:
Dios es una abstracción que nos sirve y nos fundamenta sólo retóricamente, sobre todo para momentos como éste, en los que nadie escucha, y curiosamente, en los que nadie calla. Todos opinamos de todo y siempre al final concluimos: “Dios dirá”. ¿Si Dios es una abstracción, con qué lenguaje podría expresarnos algo, que no fuera alguna cavilación aún mayor que el supuesto imposible de su lenguaje de hombre? Decimos “Dios dirá”, porque sabemos que en nuestra vida Dios no dice absolutamente nada. No creemos en Dios, sino en la retórica conveniente de arroparnos en “la idea” por antonomasia para justificarnos.
El Lenguaje de Dios son los mares (que a diario anegamos de desechos tóxicos), los bosques que decimos amar y talamos indiscriminadamente sin más motivo que la usura y el lucro, el aire que hemos convertido en antorcha con presagios de muerte y podredumbre. Los ríos, los volcanes, el subsuelo, que también han sucumbido a nuestro ponzoñoso estro.
Dios no “dirá”. Dios ya dijo todo y no entendimos. El motivo del catarro infernal que hoy nos aqueja es el silencio de Dios, porque Dios ya no quiere decir nada.

 

 


 

 

Bar Muerto 

 

 

 
@ Agitadoras.com 2020